– Pues muy bien, dígame usted
de lo que trata el misterio
de esta cita sin remedio,
en secreto en la basura
de este parque y su hermosura
que parece un cementerio.
Doña Carla de Botijo
quiso empezar el sermón
con ternura y devoción,
midiendo bien las palabra.
Como si fuera una tarta
del bolso sacó la carta
con pura delicadeza,
y bajando la cabeza
empezó su serenata.
Melisa se preguntaba
con extrema rigidez
y hasta giraba su cara
y fijaba su mirada.
-Como ves nuera querida
hasta mis manos llegó
este papel que me intriga,
una carta, y es de amor.
-¿ Esta usted enamorada?
Doña Carla, ¡ Por favor!
Es usted una mujer
con una edad avanzada
viuda, después mal casada
con el señor de Botijo
y más tarde con un hijo
Se quedó sola de nuevo,
Son demasiados maridos,
Doña Carla ¡Se lo ruego!.
La señora de Botijo
perdió toda su paciencia.
-A ti te falta conciencia,
tú no quieres a mi hijo.
¿Recuerdas al juez D. Luis?
la carta la manda él
su sirvienta la ha traído
y casualidad ha sido
que llegase hasta mis manos
y por eso la he leído
y de todo me he enterado.
Melisa quedó sin habla,
ante tal error fatal
pues si Ezequiel se enteraba
el tema sería letal.
-Esa carta no comparto
doña Carla, no es verdad,
él de mi se emcaprichó
y después me amenazó
con encerrar a Ezequiel,
lo acusó de asesinato,
y yo estuve solo un rato
con él en la habitación,
pero todo fue peor
y se durmió en mi belleza,
ni me toma ni me deja
y aprovecha la ocasión
amenaza sin razón
si no le enseño… el jamón.
– ¡Ay Melisa! No te creo
yo sé que Ezequiel es feo
y que le falta un hervor,
y que el juez es un señor
eso me consta y afirmo
y si es necesario firmo
por su gracia y por su honor.
-¿Honor? Señora Botijo
no conoce tal palabra
¿ Qué quiere decir con eso?
¿que D. Luis va de santito
y yo se la doy con queso?
Más le vale estar callada
que no quiero abrir la boca
señora de media toca,
usted sabe el acertijo
pinto, pinto golgorito
¿Qué padre tiene su hijo?
aunque a mi me importa un pito
es clavado al jardinero
D. Lucas, mozo caliente
y como sabe la gente
usted se quedó preñada
siendo viuda, no casada,
Ezequiel con cinco meses
de embarazo le nacía
su marido se reía
por tan inmenso milagro,
y como si fuera un cuadro
un hijo de cuatro kilos
llegó sano y bien nacido.
y una familia montaron.
Doña Carla no sabía
como salir de tal cosa
y más cuando pretendía
descubrir esas mentiras
que su niño no sabía.
-Además, señora Carla,
¿Recuerde el mes de febrero
hace diecisiete años
encontré a su jardinero
en su cama, Doña Carla
con usted, dale que dale
y por eso ya lo sabe
que yo hablo si usted habla.
El chantaje se servía
en una copa de plata,
Doña Carla sonreía
a su nuera con desgana.
-Pues lo dejamos en nada
nos callamos, hija mía.
Y con rabia se abrazaban
mientras la carta rompían.
Así termina esta historia
todo quedó como estaba,
cuernos, dama y otra dama
mientras Ezequiel dormía.
Mas no quedó sin valía
el borrico de Ezequiel
y a la cárcel lo llevaron
unos cuantos policias.
FIN
María del Mar Ponce Lopez
Reservados todos los derechos de autor.
Encantador. Ese estilo siempre me gustó, pero además lo hacés con habilidad. Un abrazo María del Mar.
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Muchas gracias, me alegra que te guste. Besos a tu alma.
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Huy. Ya se ha acabado? Me apetecía más largo, aunque el vasto de Ezequiel tenía merecida la hiel en la carcel además de los apendices frontales. ¿Pero que le vamos a hacer? Pues esperar a la próxima ocasión. Un beso.
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Gracias Carlos. Lo que más valoro es que te parezca cortita esta historia, que inicié, así de manera tonta y que he seguido por personas como tú, que lo han leído y valorado, ya que no es nada fácil, te lo aseguro. Gracias por leerme. Besos a tu alma.
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Para mi sería imposible rimar la mitad de la mitad. Un abrazo.
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¡Cuánta creatividad y habilidad María, para desarrollar toda una trama y escribirla en versos!
¡Un gran abrazo!
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Gracias Sari, mi preciosa poeta. Besos a tu corazón.
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Un placer leerte, María! Besos y aplausos!!!
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Gracias Claudia, amiga querida por tu importante presencia. Besos a tu alma.
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¡Qué final!, no me lo esperaba. Encantadores, divertidos han sido cada uno de los capítulos…esperando tus siguientes versos María. Un abrazo.
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Gracias Yeli, lo mismo un día empiezo con otro relato en verso, si gusta, claro que lo haré. Besitos a tu corazón.
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Iban de gata a gata!
Besos
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Jajajaja, totalmente, al final tal para cual. Gracias María José, linda. Besos a tu alma.
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Pues ya está. Finito. Sanseacabó. Catapún chimpún.
La risa de esta entrega me la ha provocado eso de «enseñar el jamón» 😀 😀 😀 😀
Y, a título personal, cuando al principio saca la carta, he leído «tarta», con lo que me estaba imaginando un tartazo en toda la cara… hasta que he vuelto a releer bien el asunto, porque no me cuadraba… 🙂
Gran trabajo al desarrollar tanto argumento en verso, como es el caso de tu libro «Tu vida y la mía». ¡Un aplauso! 😉
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Gracias mi querido amigo, por personas como tú es por lo que merece la pena escribir. Es un honor verte cerca de mis letras. Besos a tu corazón.
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Pacto entre… pecadoras?! Jaja!
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Jajaja así es, tú te callas y yo ni hablo. Gracias. Besos a tu corazón.
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