Son gigantes que llegan hasta el cielo,
rebeldes bailarines a la vista
de todos los que pasan la revista
cual si fueran soldados en el hielo.
Un himno con crespón de terciopelo,
desciende en la penumbra pesimista
llevando la expresión más intimista
a las flores que brillan por el suelo.
Y escalan por sus troncos las memorias,
y llegan a sus cimas las tristezas.
se engalanan sueños y de glorias.
Te acompañan si lloras o si rezas.
Cipreses que comparten sus historias
y dejan en la muerte sus bellezas.
María del Mar Ponce López
Reservados todos los derechos de autor
Excelente poema.
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Gracias infinitas por tu presencia en mis versos. Besitos a tu alma.
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Que bello soneto María del Mar !!! 🙂
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Muchas gracias amiga linda. Besos a tu alma.
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Besos enormes llenos de carazón mi querida artista 🙂 muacksssss.
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Precioso homenaje, los árboles son amigos que contemplan nuestra vida desde lo alto y acompañan nuestros paseos con su sombra cuando vamos y cuando venimos. Un beso.
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Hermoso poema. Recuerdo con estas letras tuyas, un poema que escribí, contemplando unas Araucarias, sentado en una banca de cemento en un parque de un pueblo del eje cafetero de mi país.
De seguro será mi próxima entrada. Lo publicaré, recordando tu soneto que es espectacular.
Que el universo te colme siempre de su energía creadora y renovadora.
Besos.
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Gracias amigo poeta por estelindo comentario a mis humildes versos estaré encantada de leer tu poema, que seguro será bellísimo. Besos a tu alma creadora.
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Buona serata Maria besos ❤
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Precioso, sereno y humilde. Como ellos, a pesar de su estatura y de su porte. Abrazos, amiga mía
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